ABRACEMOS UNA NUEVA ERA DONDE EL SER HUMANO ABRACE A LA NATURALEZA, AIRAM CEDRÉS


En ocasiones es frustrante contar la verdad y observar que la gente no escucha. Hay quienes dicen encontrarse indiferentes frente a esa verdad, mas puedo vislumbrar el miedo en sus ojos. Que el mundo no es lo que vemos en las pantallas de nuestro dispositivos es un hecho que todos conocemos, mas como ocurre con la muerte, no lo entendemos de verdad hasta que nos toca de cerca. Y la muerte es una cuestión poco agradable que nos toca de imprevisto, así pues, ¿por qué íbamos a asomarnos a una de esas granjas? ¿por qué íbamos a exponernos a todo ese dolor sin más? 

La verdad es un concepto que transmite absoluto pavor, pues puede ser la bomba que haga añicos todo cuanto conocemos y el combustible que nos impulse a cambiar. Y...¿Quién no le tiene miedo al cambio? Abandonar nuestra cultura, dejar de lado los preceptos con los que construimos nuestra historia, es como lanzarse sin paracaídas y rezar para que ocurra un milagro. Pero, tal vez ese es el problema de los dogmas que nos han inculcado, que nos ponían paracaídas y nos hacían temer a las alturas, cuando ya teníamos alas y estábamos hechos para volar.

Es cierto, fuimos cazadores, fuimos de la enorme tribu de nómadas que, con lanzas y perros, pusieron el mundo a sus pies y trataron de dominar a la naturaleza. Cuando no hubo frutos que comer, cazamos ciervos y bisontes. Cuando no hubo que cazar, bajamos al agua y pescamos. Cuando necesitamos resguardarnos del frío construimos, nuestras casas; cuando fue necesario, aprendimos a domar y a cultivar. Pusimos en pie un mundo casi tan complejo como nuestras mentes, dominamos la tierra, el mar y el aire. Nos adaptamos a todos los climas y nos enfrentamos a todas las adversidades para sobrevivir. Dime, ¿hay mayor honor que continuar lo que nuestros antepasados comenzaron? De ellos aprendimos a luchar, a no rendirnos pero, sobre todo, aprendimos a adaptarnos al mundo que nos rodeaba y este mundo ya no soporta el daño que le estamos causando. Es hora de demostrar nuestra fuerza como especie, de dar un paso más en nuestra historia como tribu. 

Este planeta necesita compasión, empatía , razón y acción. Ya no necesitamos alimentarnos de ellos, porque ya somos conscientes del dolor que les causamos. No perpetremos la violencia hacia los animales, hace décadas que dejó de ser necesaria. A lo largo de nuestra historia, hemos sabido adaptarnos a las circunstancias y no hemos dudado en abandonar antiguas prácticas por la supervivencia. Hoy ya no somos quienes fuimos, ahora nuestro corazón acoge a quienes comparten la Tierra con nosotros. Por nuestra supervivencia y por la de ellos, abracemos una nueva era donde el ser humano abrace a la naturaleza.

Se acabaron los conflictos pasados, o abandonamos la violencia hacia los animales y nos reconciliamos con la naturaleza, o no habrá agua que beber ni oxígeno que respirar. Aún estamos a tiempo de cambiar.

Fdo. Airám Cedrés



Comentarios

Entradas populares de este blog

DISONANCIA COGNITIVA EN EL SUFRIMIENTO ANIMAL Y EL CONSUMO

Concentración No al Acuario-Zoológico Poema del Mar

ACTO MUNDIAL CONTRA LA EXPERIMENTACIÓN ANIMAL, 2024