Feria de ganado en Arucas. Esclavitud y explotación, 2017
Les invitamos a la siguiente reflexión...
¿Qué hay detrás de cada mirada? ¿Vemos a alguien… o solo algo?Cuando convertimos socialmente a sujetos conscientes en simples objetos, la esclavitud y la opresión actúan. Es cuestión de replantearnos nuestros hábitos diarios, nuestros actos, nuestras acciones, ya que son las que marcan el destino de ellas. Empatía: Capacidad de ponerse en el lugar del otro/a.
Cuando observamos a los animales en una feria de ganado, como la que tuvo lugar los días 27 y 28 de mayo de 2017, no solo estamos viendo cuerpos expuestos: estamos mirando a seres que sienten, perciben y sufren, aunque muchas veces se les trate como simples objetos.
La explotación ganadera convierte a individuos conscientes en meros recursos productivos. Se les cría, se les transporta y se les exhibe con fines económicos, ignorando por completo sus necesidades más básicas de libertad, espacio, vínculo social y bienestar emocional. Lo mismo ocurre en ferias y exposiciones, donde la dignidad del animal se reduce al valor de su carne, su raza o su aspecto físico.
Este proceso de cosificación —de convertir a alguien en “algo”— es el primer paso hacia la opresión y la esclavitud. Y ocurre con una normalidad que debería alarmarnos. Es ahí donde entra la empatía: la capacidad humana de ponerse en el lugar del otro, de imaginar qué se sentiría estar en su piel, vivir su encierro, ser observado, marcado y finalmente descartado.
Es momento de replantearnos nuestros hábitos, decisiones y formas de consumo, porque cada elección cuenta. Nuestras acciones marcan el destino de millones de animales que no pueden alzar la voz, pero sí sienten.
Las imágenes que acompañan este texto fueron tomadas durante la feria de ganado de mayo de 2017. Te invitamos a mirarlas con otros ojos. No con los del consumo o la tradición, sino con los del respeto, la conciencia y el deseo de un mundo más justo para todos los seres que lo habitan.
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